I.5.1. La Situación Laboral

  1. Existen pocas opciones para el Criminólogo. Pese a que las licenciaturas en el país, que han crecido de manera exorbitante en los últimos años, se promueven ofreciendo un campo laboral amplio, posterior a su culminación, en el ámbito público y privado, las opciones reales son pocas para el egresado que quiere aplicar los conocimientos adquiridos en el transcurso de su carrera. El sector privado es en el que más se han desempeñado los profesionales, adecuando sus conocimientos a una vacante que muchas veces no requiere el perfil del Criminólogo, que le brinda poca estabilidad y seguridad social. Esto no quiere decir que el campo privado no sea una opción, hay muchos egresados que han hecho carrera en diferentes empresas y ganan lo que es debido, pero la aportación que hacen con la expresión de sus conocimientos sólo beneficia a unos cuantos. El área pública es la ideal para el Criminólogo, ya que conoce como crear formas de prevención de la antisocialidad, lamentablemente existen sólo pocas vacantes para él.
  2. El trabajo del Criminólogo lo ejercen otras personas (profesionales o no). Existen instituciones que son dirigidas por profesionales o técnicos ajenos a la Criminología, como es el caso de algunas prisiones o corporaciones policiacas, o bien en la formulación de leyes y políticas criminológicas. Las pocas plazas que existen en la administración pública, donde el perfil podría encajar a la perfección, también están abiertas a recibir a otros profesionales, estos es seguramente por causa del desconocimiento de los alcances de la ciencia.

Estas situaciones han provocado que muchos Criminólogos deserten y decidan cursar una nueva licenciatura o posgrado diferente para poder desempeñarse en otra área con mayores oportunidades, a pesar de su pasión por la Criminología.